El EPPs, asumiendo un correcto uso del mismo, deberá
proporcionar una defensa efectiva contra el peligro.
No deberá poseer características que interfieran o
entorpezcan significativamente el trabajo normal del usuario.
El Equipo deberá ser cómodo o de rápida adaptación. El
ponérselo o quitárselo, en lo posible, tampoco deberá se incomodo.
El deterioro o inutilización del EPP deberá ser
detectable a través de inspecciones simples o sencillas.
El mantenimiento del EPP deberá ser sencillo y los
componentes deteriorados deberán ser de fácil reposición o, en su defecto,
posibles de reparar sin que ello represente un costo significativo ni una merma
en la capacidad protectora del equipo.
El EPP no deberá originar problemas para la integridad
física del usuario, considerando que existen
materiales en los EPPs que pueden causar alergias en determinados
individuos, o son fácilmente combustibles y pueden derretirse sobre la piel del trabajador,
agravando aún más las quemaduras.
El EPP deberá tener aprobación de normas técnicas
nacional o normas de reconocimiento internacional (ANSI, MSHA, DIN, BS, AFNOR,
NIOSH, entre otras).